|Los patrulleros Franki Yohani Sicua, David García Palau, Javier Cipagauta Flecha, Juan David Ruiz Ramírez, Juan Martínez Solarte y el subintendente Jimmy Castaño Ramírez.
Al sexto frente de las Farc atribuyeron las autoridades el ataque contra una unidad de la Policía de Carreteras en el norte de Cauca, que dejó seis uniformados muertos.
La emboscada ocurrió hacia las 5:00 p.m deL 3o de octubre, cuando una patrulla fue blanco de disparos y tatucos (explosivos artesanales) en un sector entre los municipios de Puerto Tejada y Villa Rica.
La Policía del Cauca informó que los uniformados asesinados se encontraban en un puesto de control que fue ubicado en ese sector como parte de los planes de seguridad en el norte del Cauca, la región más afectada este año por los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública y la población civil.
Una comisión judicial se desplazó al sitio del ataque para las diligencias forenses. Versiones sin confirmar por parte de la Policía señalan que los subversivos se habrían disfrazado de militares e instalaron un falso retén para atacar a los policías. Dos uniformados estarían desaparecidos, según fuentes extraoficiales.
En el norte del Cauca hace presencia el frente sexto de las Farc, una de las estructuras más activas del grupo guerrillero, señalado por las autoridades de múltiples ataques contra el Ejército y la Policía en municipios como Corinto, Miranda, Toribío, Caloto, Jambaló, Miranda y Caldono.
A su vez, el norte del departamento es una zona estratégica para la guerrilla desde hace cinco décadas por su ubicación geográfica y sus corredores de comunicación hacía la Costa Pacífica, Valle del Cauca y la región del suroccidente, cerca a la frontera con Ecuador.
Según fuentes militares, la región es una de las 10 zonas de retaguardia donde el grupo guerrillero se replegó para resistir la ofensiva de las Fuerzas Militares desde 2004.
El sector donde se perpetró el ataque hace parte de los corredores de movilidad de las Farc para controlar cultivos de coca, transportar insumos para elaborar alcaloides, mover armas y alimentos para la manutención del frente.
Para enfrentar a las Farc, este año entró en operación la Fuerza de Tarea Conjunta Apolo. Luego, en agosto, el Gobierno anunció un refuerzo del pie de fuerza con 2.000 soldados del nuevo Comando Conjunto del Suroccidente.
La emboscada ocurrió hacia las 5:00 p.m deL 3o de octubre, cuando una patrulla fue blanco de disparos y tatucos (explosivos artesanales) en un sector entre los municipios de Puerto Tejada y Villa Rica.
La Policía del Cauca informó que los uniformados asesinados se encontraban en un puesto de control que fue ubicado en ese sector como parte de los planes de seguridad en el norte del Cauca, la región más afectada este año por los ataques de la guerrilla contra la Fuerza Pública y la población civil.
Una comisión judicial se desplazó al sitio del ataque para las diligencias forenses. Versiones sin confirmar por parte de la Policía señalan que los subversivos se habrían disfrazado de militares e instalaron un falso retén para atacar a los policías. Dos uniformados estarían desaparecidos, según fuentes extraoficiales.
En el norte del Cauca hace presencia el frente sexto de las Farc, una de las estructuras más activas del grupo guerrillero, señalado por las autoridades de múltiples ataques contra el Ejército y la Policía en municipios como Corinto, Miranda, Toribío, Caloto, Jambaló, Miranda y Caldono.
A su vez, el norte del departamento es una zona estratégica para la guerrilla desde hace cinco décadas por su ubicación geográfica y sus corredores de comunicación hacía la Costa Pacífica, Valle del Cauca y la región del suroccidente, cerca a la frontera con Ecuador.
Según fuentes militares, la región es una de las 10 zonas de retaguardia donde el grupo guerrillero se replegó para resistir la ofensiva de las Fuerzas Militares desde 2004.
El sector donde se perpetró el ataque hace parte de los corredores de movilidad de las Farc para controlar cultivos de coca, transportar insumos para elaborar alcaloides, mover armas y alimentos para la manutención del frente.
Para enfrentar a las Farc, este año entró en operación la Fuerza de Tarea Conjunta Apolo. Luego, en agosto, el Gobierno anunció un refuerzo del pie de fuerza con 2.000 soldados del nuevo Comando Conjunto del Suroccidente.
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