martes, 22 de noviembre de 2011

Cayó "Alfonso Cano"



El operativo en el que murió el máximo jefe de las Farc, alias Alfonso Cano, no fue producto de la casualidad o un golpe de suerte, como se ha interpretado por parte de algún sector de la opinión que ha especulado al respecto, debido a la incertidumbre y versiones encontradas que comenzaron a circular desde el medio día.
A pesar de que cerca de las 12 del día del pasado viernes la emisora W Radio dio a conocer una información de carácter extraordinario de acuerdo con la cual el jefe guerrillero estaba gravemente herido luego del lugar en el que se encontraba escondido hubiera sido bombardeado desde tempranas horas de la mañana, el Ministerio de Defensa prefirió evitar hacer cualquier tipo de comentario oficial hasta las 7:00 de la noche.
No obstante a que el mismo medio de comunicación informó que durante el operativo habría fallecido la compañera sentimental de Cano, desde el Comando General de las Fuerzas Militares la versión parecía desvanecerse debido no solo al hermetismo que había sino al hecho de resaltar que las operaciones tenían un carácter rutinario.
De tal manera que para nadie fue una sorpresa el que cuando el ministro Juan Carlos Pinzón por fin dio a conocer los resultados del operativo el nombre de Cano solo fuera mencionado para destacar el hecho de que su jefe de seguridad había fallecido junto a su operador de radio y quien al parecer sería la compañera sentimental del guerrillero.
Pasadas las 9:00 de la noche y cuando todo el mundo consideraba que la muerte de Alfonso Cano había sido una nueva falsa alarma, la Fiscalía General de la Nación sorprendía a un país que se aprestaba a disfrutar del puente festivo con la noticia de que tras un cotejo de las huellas se había llegado a la conclusión de que el guerrillero había muerto.
Versiones del Ministerio de Defensa daban cuenta de que a pesar de que unos pocos generales tenían conocimiento de la muerte de Cano, el ministro Pinzón impartió una orden tajante de no confirmar la versión hasta que no se tuviera plenamente identificado al guerrillero, quien para sorpresa de quienes se encontraban tras su rastro lucía afeitado sin barbas y las acostumbradas gafas a las que era asociado desde hacía décadas.
“OPERACIÓN ODISEO”
Sólo hasta el filo de la media noche y luego de que la noticia se esparciera como pólvora por todas las redacciones de los medios de comunicación del país, el titular de la cartera de Defensa daba a conocer los detalles de una operación sin precedentes en la historia de Colombia, conocida con el nombre clave de “Odiseo”, confirmando en buena medida la versión difundida inicialmente por la W Radio.
En efecto, desde las 8:30 de la mañana se registró un intenso bombardeo por parte de la Fuerza Aérea en el que murieron algunos de los miembros más cercanos al esquema de seguridad de Cano, incluidos uno de sus escoltas personales, el radio operador a cargo de las comunicaciones del jefe subversivo y su compañera sentimental conocida con el alias de Patricia.
A pesar de que desde el pasado jueves se tenía conocimiento de la posible ubicación de Alfonso Cano, no había plena certeza de que en realidad se encontrara en una zona rural del corregimiento de Agua Clara (Cauca), por lo que se decidió aplazar la operación militar en la que se buscaría su captura hasta la mañana del viernes durante el que efectivamente resulta herido y pierde sus gafas.
Ante la inminente llegada de las tropas que vienen por tierra y la continua presencia de helicópteros artillados se decide que la guardia deje solo al jefe subversivo con el fin de intentar despistar a los soldados que literalmente le pisan los talones al máximo jefe de las Farc, y quienes encuentran algunos de sus objetos personales junto con sus gafas.
Sin embargo, soldados del Ejército logran ubicar la improvisada trinchera desde la que Cano trata de oponer resistencia sin mayor éxito, para terminar recibiendo tres impactos de bala de fusil en el costado derecho -uno en el cuello, otro en la ingle y uno más en la cadera- que le producen la muerte de manera inmediata en el sector conocido como Chirriadero.
SE ESTRECHA EL CERCO
Cuatro o seis meses atrás y luego de una acuciosa labor de inteligencia militar que se prolongó por años, las Fuerzas Armadas por fin daban con el que era conocido como el santuario de  Alfonso Cano, ubicado en el Cañón de las Hermosas (sur del Tolima) y que hasta ese momento había sido un lugar considerado como inexpugnable por la complejidad que ofrecía la quebrada topografía del terreno.
Situación que forzó un inesperado desplazamiento del jefe guerrillero con dirección al norte del Cauca, debiendo atravesar la cordillera occidental con el fin de poder guarecerse de una persecución sin descanso ni reposo por parte de las Fuerzas Armadas que en más de una oportunidad estuvieron a punto de capturarlo y que incluso llegaron a encontrar su cama caliente, conforme lo diera a conocer el entonces ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.
Pese a que la persecución era intensa y el cerco se iba estrechando cada vez más, Cano siempre lograba evadir la presión ejercida por los militares no obstante a que en la retirada caían algunos de los hombres encargados de cubrir la retirada, junto a algunos de sus hombres más cercanos de quienes logró obtenerse información valiosa.
Al parecer un muy menguado Cano junto a su ya diezmada guardia pretoriana lograron incluso llegar hasta la costa pacífica del Cauca, en la que gracias a el atentado con explosivos contra una lancha de la Armada en el que murieron dos infantes y otros cuatro resultaron heridos, se volvió a encontrar el rastro del subversivo.
Alfonso Cano continuó huyendo hasta zona rural de municipio de Guapi en el que se adelanta un nuevo bombardeo que deja como saldo otros cinco guerrilleros muertos, entre ellos alias “Mincho”; motivo por el cual se toma la determinación de dirigirse hacia Toribio y la población de Caldono, en la que un nuevo enfrentamiento con la Fuerza Pública deja cuatro soldados muertos y otros diez heridos.
Pese a que Cano logra salir con vida, un avión de plataforma operado por la Policía Nacional logra interceptar una conversación entre su operador de radio, alias Pacho Chino y Patricia con el fin de ultimar un encuentro en la costa pacífica, de manera que se al fin se logran trazar las coordenadas de lugar en el que se encuentra el guerrillero.
Sector conocido como Chirriadero, Kilómetro 32 del lago de las Salvajinas del sitio Puerto Nuevo en el corregimiento de Agua Clara, donde finalmente encontró la muerte en horas de la tarde del viernes.